La importancia estratégica del suelo logístico
En los últimos años, el suelo logístico ha ganado protagonismo en la planificación urbanística de ciudades, zonas periurbanas e incluso espacios rurales con buena conectividad. Este tipo de suelo, destinado a actividades como centros logísticos, polígonos empresariales y plataformas de distribución se ha convertido en un pilar del nuevo modelo económico postindustrial.
El sector servicios representa más del 70% del PIB en España, y gran parte de su crecimiento está asociado al desarrollo de nuevas infraestructuras logísticas y de transporte de mercancías. En este contexto, el suelo logístico ya no sólo se entiende como una reserva para servicios empresariales, sino como una herramienta de política territorial que permite crear valor añadido, atraer inversión extranjera directa (IED) y fomentar la innovación regional.
La evolución de la demanda y el impacto del e-commerce
La transformación de los hábitos de consumo —marcada por el auge del e-commerce, la entrega inmediata y la omnicanalidad— ha generado una presión sin precedentes sobre el mercado de suelo logístico. Las empresas necesitan operar desde localizaciones cada vez más cercanas al consumidor final, lo que ha disparado la demanda de espacios en zonas periféricas de grandes ciudades, corredores logísticos y nodos de transporte intermodal.
Además, el avance de la automatización y la digitalización de la cadena de suministro requiere que los nuevos espacios estén dotados de infraestructura tecnológica de alto nivel: conectividad 5G, fibra óptica, sistemas de seguridad inteligente, etc.
Casos como el nuevo centro logístico de Inditex en Zaragoza (286.000 m²) o el parque Palenquivir en Sevilla (750.000 m2), son ejemplos de cómo los suelos logísticos bien planificados pueden albergar equipamientos de última generación y contribuir decisivamente al desarrollo local.
Generación de empleo y oportunidades económicas
El suelo logístico no solo atrae inversión inmobiliaria e industrial, sino que es un catalizador de empleo. En 2024, más de 64.000 nuevos puestos fueron creados en el sector logístico español. Estos puestos incluyen operadores de almacén, ingenieros de sistemas logísticos, analistas de datos, técnicos de mantenimiento de robots, supervisores de flotas y perfiles especializados en transporte multimodal.
Además, los parques logísticos modernos suelen generar empleo indirecto en actividades de soporte como seguridad, mantenimiento, restauración, transporte auxiliar, servicios financieros y de seguros relacionados con la cadena de suministro.
Este crecimiento tiene un efecto multiplicador en la economía regional, especialmente en zonas que estaban en declive industrial, atrayendo nuevas vocaciones productivas y dinamizando el tejido empresarial.
Cooperación público-privada y planificación territorial
Uno de los factores clave para el éxito del desarrollo del suelo logístico es la coordinación entre agentes públicos y privados. La agilidad en la gestión urbanística, la claridad normativa, la disponibilidad de servicios básicos (agua, electricidad, telecomunicaciones) y la existencia de modernas infraestructuras de acceso son condiciones indispensables para atraer proyectos logísticos de alto impacto.
Los municipios que han sabido integrar la logística en sus estrategias de planificación territorial —como Illescas, Zaragoza, Antequera o San Fernando de Henares, y dentro de muy poco Palenquivir en Los Palacios y Villafranca, Sevilla— están consolidándose como verdaderos polos de competitividad logística. En ellos, el urbanismo ha evolucionado desde la zonificación clásica hacia modelos más flexibles, integrados y sostenibles.
El papel del suelo logístico es esencial para facilitar el aterrizaje de empresas con modelos de negocio modernos, sostenibles y escalables. Asimismo, representa una oportunidad para avanzar hacia un planeamiento urbano más resiliente, donde se combinen usos productivos, servicios y conectividad digital.
Retos futuros: sostenibilidad, resiliencia y digitalización
A pesar de las oportunidades, el desarrollo del suelo logístico también enfrenta importantes desafíos:
- La competencia entre usos del suelo en áreas metropolitanas.
- La necesidad de infraestructuras verdes y eficientes energéticamente.
- La digitalización de los procesos urbanísticos y administrativos.
- La integración del transporte público y la movilidad sostenible.
- La atracción de talento cualificado a nuevas localizaciones.
Las políticas públicas deben enfocarse en fomentar el urbanismo logístico inteligente, que permita anticipar tendencias, incorporar criterios de sostenibilidad ambiental y favorecer la colaboración interterritorial.
Conclusión: hacia una economía basada en servicios avanzados
En definitiva, el suelo logístico representa mucho más que una oportunidad urbanística. Es la base sobre la que se construye una nueva economía de servicios avanzados, competitiva, descarbonizada y centrada en la innovación.
Su desarrollo estratégico puede posicionar a España y concretamente a Andalucía como uno de los principales hubs logísticos del sur de Europa, capaz de absorber el crecimiento del comercio global, responder a las exigencias del mercado digital y contribuir al equilibrio territorial del país.
